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Presentación

Celebramos este Congreso en vísperas de 2024. En ese año se cumplirán 40 de la creación del Instituto Andaluz de Salud Mental. Tras su creación, tiene lugar un proceso de transformación de la atención a la salud mental en nuestra Comunidad Autónoma, cuyo objetivo fue implementar un modelo de atención en línea con los desarrollados en los países más avanzados del mundo. En ese proceso, nuestros socios han sido protagonistas activos en todo este tiempo: participando como miembros del primer Comité de Expertos, ocupando lugares relevantes en su planificación y gestión, tanto en órganos centrales como en los servicios asistenciales, o en la práctica clínica diaria implementando sus principios y objetivos comunitarios y velando por su calidad. Si bien esta efeméride justificaría llenar de contenido un congreso, sólo queremos echar una mirada hacia atrás para recordar de dónde venimos. Nos parece más importante situarnos en el aquí y ahora para proyectarnos hacia el futuro. Dos hechos de especial importancia nos obligan a ir en esta dirección. El primero, la pandemia. Basta con constatar el choque biológico, mental y sociológico habido y sus repercusiones en la vida mental de las personas, sobre lo que escuchamos algún matiz cada día. El segundo, el cambio político habido en Andalucía. Se abren varios interrogantes: ¿cuál va a ser el rumbo de la política sanitaria? ¿Cuál va a ser el rumbo de la política en salud mental? Desde estas perspectivas hacemos la convocatoria de este Congreso. En primer lugar, queremos que sea un momento de reencuentro. Nuestra última actividad fueron las XXXII Jornadas, en 2019. Han pasado cuatro años. Necesitamos reencontrarnos, y reencontrarnos presencialmente. Es algo que nos ha enseñado la pandemia. Queremos retomar la vida asociativa en plenitud: compartir experiencias, compartir reflexiones, compartir debates y retomar el contacto personal presencial. En segundo lugar, actualizarnos. Para comenzar, para saber dónde está la salud mental andaluza en estos momentos. Qué ha pasado en este tiempo, cómo estamos, qué tenemos, por dónde hemos discurrido, qué fortalezas tiene, qué debilidades. Y, desde ahí, plantearnos hacia dónde debería ir. Qué pedimos, qué exigimos.

Sobre estos dos puntos queremos transitar estos días de congreso, de ahí nuestro lema: REENCUENTROS. Para ello, queremos comenzar por convocar a los futuros profesionales de la Salud Mental, aquellos que realizan su formación como especialistas y saber de su realidad y necesidades. Proseguiremos proponiendo un diagnóstico de situación de la atención a la salud mental a la ciudadanía andaluza y detenernos en varios contenidos que, por su relevancia actual epidemiológica, clínica y de tratamiento, nos puedan servir para aclarar qué servicios de salud mental requiere la población, cuáles deben ser sus características de calidad y hacia dónde tiene que ir su desarrollo. En este sentido hemos querido impregnar todo el contenido del Congreso de transversalidad. Seguro que quedarán fuera muchos temas por atender, pero el tiempo y espacio de todo congreso es limitado. No importa, este será el reinicio de un tiempo nuevo y con nuevos interrogantes y retos. La vida asociativa es larga. Nuestra AEN – Profesionales de la Salud Mental cumplirá en 2024 un siglo de existencia. Os esperamos en Córdoba. PRECONGRESO: FORMACIÓN ESPECIALIZADA. Presente y futuro. Estamos en un momento de redefinición de la formación especializada. Hay una nueva especialidad: Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia y se actualiza la especialidad de Psiquiatría. Hay movimientos también en diferenciar en esta misma línea la definición de la Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia y la Psicología Clínica. Nuestras Enfermeras Especialistas en Salud Mental están en un período aún de adaptación y desarrollo de sus competencias en nuestros servicios, con la consiguiente repercusión en la formación de los futuros especialistas en esta materia. En el primer caso, se inicia ya este año la andadura de la formación en la nueva especialidad incrementándose, además, con un quinto año la formación de Psiquiatras. Esto obliga a la reacreditación de las Unidades Docentes Multiprofesionales. Todo ello en un contexto con grandes diferencias en los programas de formación especializada de todas las profesiones implicadas en nuestra Comunidad Autónoma. Nos parece pues, un contenido para este Congreso de la suficiente relevancia como para dedicarle este espacio. Y, sobre todo dar la palabra a los Residentes y que puedan compartir sus experiencias en la formación, analizarlas y hacer propuestas que generen mejoras. Priorizamos en esta ocasión a los profesionales en formación e invitamos a aquellos tutores que quieran sumarse a la mesa de la tarde de puesta en común y conclusiones como forma de enriquecer el encuentro. Quedamos emplazados a favorecer más actividades y con todos los profesionales implicados en la formación especializada.